domingo, 25 de marzo de 2018

PAMPLONA: DESDE LA ANTIGÜEDAD HASTA LOS BURGOS


Marisol Callejo, historiadora y socia de LACARRA, nos ha dado un ameno e instructivo paseo por el Casco Viejo de Iruña. A las once de la mañana 37 asociados nos hemos reunido a la puerta del Hotel Pompaelo, en la Plaza del Ayuntamiento. No puede haber un lugar más adecuado, una visita a la ciudad antigua que comienza con el nombre con que nos bautizaron los césares romanos.

Hemos escuchado a Marisol desde el principio, es decir desde que los hombres de la Edad de Piedra empezaron a ser PTVs, de Pamplona de Toda la Vida.
Después, hacia mil años antes de nacer Cristo, ya estaban aquí, en “la ciudad” que es lo que significa Iruña, los primeros vascones. Y aquí seguimos. Para romanizar su nombre llegó a Iruña Cneo Pompaelo Magno 75 años A.C.

Continúa Marisol pero en la plaza aumenta el ruido con el paso de jóvenes haciendo que nuestros oídos, duros como la piedra, empiecen a tener dificultades de escucha.
Como el poblamiento de la ciudad comenzó por arriba, en la colina donde está la Catedral actual, allá que nos vamos buscando más silencio. Por cierto ese lugar no es el más alto de Iruña sino el señalizado con una tachuela metálica en el centro de la bifurcación junto a la Cámara de Comptos.
Cuando los bárbaros echaron a los romanos a nosotros nos tocaron los visigodos en el siglo cuarto. Más tarde los musulmanes convivieron con nuestros reyes navarros con los que hasta emparentaron. García Ximénez rompió con ellos para colaborar en la Reconquista.
El señor obispo era el dueño de la Navarrería, no hay constancia de si la “inmatriculó”. Antes del 1.100 se creó por parte de los francos venidos del Midi, sur francés, el burgo de San Cernin, San Saturnino, hablaban occitano. Dependían del prelado pero tenían la protección del Rey y mayor autonomía que los “navarreros”.
Más tarde surgió un nuevo barrio, la Población de San Nicolás, poblada por francos y sobretodo navarros que escapaban de la presión del obispo. Iruña ya no era una sino tres, porque Podemos.
Prosigue nuestra guía con el relato histórico. Cuando llega al momento en que los navarros de los burgos comienzan a matarse, las doce campanadas de la Catedral horrorizada dulcifican las hazañas bélicas de nuestros antepasados.
Recorremos Navarrería, Mercaderes, enfilamos por San Saturnino la calle Mayor con parada para ver las “canicas” con que se bombardeaban nuestros antepasados en la belena de Portalapea.

Torcemos por la izquierda en la calle Campana para ver uno de los pocos edificios civiles góticos en España, la Cámara de Comptos. Cuando llegamos a la calle Eslava aceleramos siguiendo el aroma de txistorra que nos espera en Los Irushemes. Los socios de LACARRA somos tan ávidos de cultura como poco temerosos al colesterol.
Gracias Marisol por alimentar nuestras mentes y a ti, Txatxo por suministrarles la energía del vino, la longaniza y la tortilla de patatas. Porque no solo de pan vive el hombre…
MARCOS LEYÚN

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias - Eskerrik asko